Arranca el juicio contra 23 miembros de una red que organizaba salvajes peleas de perros

Policía Nacional

La Fiscalía Provincial de Madrid ha solicitado un total de 102 años de prisión para esta red que organizaba salvajes peleas de perros. Las penas van desde los 7 años y cuatro meses de prisión a los tres años y cuatro meses para los 23 miembros de una red dedicada a las peleas ilegales de perros.

Estos malnacidos sometían a los perros a cruel maltrato desde el momento de su nacimiento hasta que ya no les eran útiles y les mataban sin ninguna piedad. No les ofrecían una buena alimentación, les infringían extenuantes entrenamientos con cintas de correr llegando a poner a algunos animales al borde de la muerte. Si el perro resultaba herido en una pelea le utilizaban como sparring.

Se les imputan los siguientes delitos: pertenencia a organización criminal, maltrato animal y omisión de la obligación de perseguir delitos.

Este grupo organizado se dedicaba a organizar, publicitar, promover y realizar peleas de perros con ánimo de lucro. Sus operaciones no solo se encontraban en España sino que se movían en el ámbito internacional (Italia, Francia, México, Tailandia o Emiratos Árabes)  donde las apuestas llegaban a contener grandes sumas de dinero. Para ello criaban perros anteriormente clasificados como «razas potencialmente peligrosas» y los sometían a terribles adiestramientos suministrándoles sustancias dopantes para aumentar su masa muscular, así como su rendimiento y agresividad.

La red criminal fue desmantelada por la Policía Nacional en 2017 mientras celebraban una pelea de perros en Güímar (Tenerife), una operación en la que detuvieron a ocho de los acusados y rescataron a 226 perros, la mayoría en grave estado de salud, de los que 42 acabaron muriendo.

El resto de perros intervenidos fueron entregados en custodia a la asociación Salvando Ángeles sin Alas, para la que el Ministerio Público pide una cuantiosa indemnización a los procesados.

Imputados en Madrid

En  Madrid era R. R. D era el líder del grupo. Tenía varios perros que criaba en una finca de Batres donde a la hora de proceder al registro se encontraron 22 perros en un estado lamentable . Las condiciones sanitarias en las que se encontraban estos animales era deplorables. A algunos de ellos hubo que eutanasiarles debido al estado de salud que presentaban.

Otro de los acusados Á.O.R  tenía un criadero en  Fuente El Saz de Jarama donde se adiestraba  en un ring a los perros para la celebración de las peleas. También asesoraba a otros miembros de la organización en la cría y el adiestramiento de los animales. También les aconsejaba sobre sustancias dopantes . En este criadero se encontraron 17 perros en condiciones igualmente miserables. Los animales estaban atados, presentaban heridas abiertas y  estaban rodeados de sus propias deposiciones. E

Quizás lo más doloroso sea que entre este grupo se encuentre el veterinario C. M. Y. que se encargaba del apoyo administrativo. Su tarea era la de facilitar la la identificación, transporte y tenencia de los perros.Según la Fiscalía, el acusado era perfecto conocedor del estado en que se encontraban los perros y del origen de sus heridas, “evitando con sus consejos que los perros tuvieran que ser trasladados a una clínica veterinaria donde se sospecharía de las heridas presentadas y del estado de los animales”.

En este juicio Podemos ejerce la acusación popular y solicita un total de 471 años para los procesados.
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