Autor: Ricardo Web: otroenfoque.blogspot.com.es
Gracias a Internet, el mundo se ha enterado de un caso insólito; tan horripilante como conmovedor. En Patok, una localidad afincada a unos 40 kilómetros de Tirana, Albania, floreció una inusitada amistad entre un lobo y un burrito. Todo derivó del hecho de que los dos, verdaderas presas fáciles de la maldad humana, fueron confinados juntos en una inmunda jaula.

En las montañas, un «intrépido cazador» capturó un lobo, y lo mantenía en permanente encierro. De este modo, a los pocos días el hambre se devoraba al lobo, y el «intrépido cazador» halló la solución: metió en la jaula a un pequeño burro para que el lobo se lo comiera vivo. Pero, surgieron unos inesperados sentimientos que descolocaron a los humanos allí presentes: el lobo, aparte de no comérselo, se convirtió en su amigo.


La noticia de éste periódico albanés demuestra que la presión internacional ha surtido efecto: el lobo y su amigo el asno ya se encuentran en libertad. Cada cual ya está con los de su misma especie, y ahora, apartados de los peligros, podrán retomar sus destinos y enfrentar los días en completa felicidad.
Una vez más quedó probado que la unión hace la fuerza, y la protesta es buena arma para proteger a los animales.
Artículo original: http://www.gut-aiderbichl.at/aktetier/aktetier_1038.pdf